miércoles, 12 de septiembre de 2012

Lecciones de un animalista

“Se puede juzgar el corazón de un hombre por la forma como trata a los animales”.
Immanuel Kant

Sentado en un sofá del salón Estanislao Zuleta del Jardín Botánico durante la Fiesta del Libro, Gustavo Castro recuerda con nostalgia a su gato Chigüiro: un gato que su hija rescató de una calle muy transitada de Bogotá, que tenía la patica quebrada y que de ahí en adelante se convertiría en el amor de su vida. “Los humanos debemos aprender de los animales el perdón y el olvido, porque ellos perdonan y olvidan”. Las palabras del escritor revelan ese corazón fuerte, pero a la vez tan frágil ante el sufrimiento de un animal.
A su lado se encuentra Aníbal Vallejo, hermano del polémico escritor Fernando Vallejo, quien hace muchos años prefirió el amor de los animales por encima de la animadversión que muchas personas sienten por él. Sin embargo, los hermanos Vallejo comparten una característica: ambos son animalistas, y tras ellos se nombra una lista de personajes famosos cuyo amor por los animales siempre los destacó: Abraham Lincoln, Albert Einstein, Dalai Lama, Rabindranath Tagore, Mahatma Gandhi,  Paul McCartney, entre otros.
Tras una breve reseña histórica de cómo Medellín empezó a poblarse de animales, cuyo comienzo fue con la inmersión de peces en el río Medellín hasta la construcción del Zoológico Santafé, relatada por el mismo Aníbal, una niña del público llamada Helen sube a donde los ponentes y cuenta la historia de su perro Chepe. La inocencia de la niña evoca risas y lágrimas entre las personas.
Es un sentimiento compartido entre Gustavo y Aníbal el de que los animales son más humanos que algunos humanos; la anécdota de la perrita Laika, enviada al espacio en un satélite ruso, ilustra la imagen dolorosa de lo que él considera uno de los peores crímenes de la historia contra un animal: “Todo el mundo cree que ella fue una heroína y que simplemente su corazón dejó de latir, pero nadie sabe el dolor y la angustia que ella pudo sentir durante las 7 horas en las que viajó por el espacio sin ni siquiera una mirada que la calmara”.
La frase célebre del gran filósofo y pensador ruso Immanuel Kant resume lo que se percibe en el corazón del escritor Gustavo Castro Caycedo cuando habla de su nuevo libro: Historias humanas de perros y gatos. “Ojalá los humanos tuviéramos la lealtad de los animales”, es la frase que resume el trabajo arduo y la investigación que realizó durante tres años para darles vida a las historias que se encuentran en esta obra llena de bondad y humildad hacia los animales domésticos.

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