martes, 31 de julio de 2012

Protagonistas de nuestra Colombia

No entiendo por qué la gente ve realities. Colombia en sí ya es un realitie, con suficientes dramas, dilemas y tragedias como para aumentar esa realidad en un programa que no es más que un negocio para el canal privado que lo emite y un homicidio de neuronas para quienes lo ven.

Me parece triste ver cómo una sociedad que está agobiada y desangrada por miles de realidades se enfoca y se reduce a opinar únicamente de unos programas de televisión que son arreglados y que no ofrecen nada nuevo.
Algunos dicen que es libertad de expresión elegir qué ver y de qué hablar, y estamos de acuerdo. Pero ése es para mí el gran argumento de los mediocres, cuando saben que algo es flojo, pero que tiene validez.
Yo por mi parte soy bastante radical. Creo que los canales privados del país que producen ese tipo de contenido, de cierta manera también violentan las libertades de los televidentes, pues prácticamente, con su deplorable programación, en un territorio en el que muchas personas no tienen acceso a la televisión por cable, sus habitantes están obligados a ver lo que les toque, sin pensar en qué les están mostrando y en si verdaderamente están aportando algo para una mejor sociedad.
Y peor aún, quienes pueden elegir ver otro canal con contenidos más ilustrativos e interesantes eligen, por morbo y desocupe, ver un programa como Protagonistas de Nuestra Tele: amigos, el morbo también sube el rating.
A veces creo que ese no es un realitie pensado simplemente para generar un show mediático, sino que ese canal se está burlando de nosotros, y peor, lo permitimos.  Protagonistas de nuestra tele es un programa en el cual solo se ven peleas, gritos, racismo, violencia y envidias. Características propias de nuestra especie y, especialmente, de nuestra cultura. Porque ésa es una imagen más de la  vida real colombiana; y quienes lo ven se ríen ridículamente sin darse cuenta de que se están riendo de ellos mismos. Porque eso es una muestra de lo que somos y como no podemos cambiarlo, entonces  riámonos, disfracémonos de ellos en octubre, hagamos grupos de debate de las anécdotas que suceden en la casa estudio y saturemos las redes sociales de insultos y burlas a esos actores y a la vez verdugos de esos supuestos programas reales.
Pero el problema no es únicamente que esos shows sean transmitidos; el problema grave es que no tenemos criterio ni mucho menos interés para opinar de algo más.  Porque ante tanta indiferencia social nos volvimos fue morbosos e incluso jueces basándonos en la libertad de expresión dejando atrás el respeto. Yo quiero recordar que esa libertad de la que tanto hablan, sin argumentos sólidos para fundamentar el hecho de mirar al televisor como hipnotizados e idiotizados es una libertad que está atropellando y ofendiendo a quienes son parte de ese circo: porque al parecer esa libertad no aplica para los concursantes de esos programas, quienes son sometidos a las críticas y burlas de todos quienes los observan. Y mientras eso pase, mientras eso genere más rentabilidad que comprar un buen libro o verse una película, los canales de televisión no van a dejar de producir ese tipo de programas, y la consecuencia no será culpa de esa élite televisiva, sino de todos los que permitimos que nuestra sociedad se siga culturizando y educando por medio de eso a lo que llamamos ocio.

1 comentario:

  1. Yo no comparto tu idea, es muy difícil aceptar que existen filántropos de la vida que no dejan ser. el ocio es tan importante como dormir o trabajar.

    Reírse de uno mismo es inteligente,el gusto es subjetivo, el cable no tiene la verdad, así como la televisión, los libros y el cine están hechos para reflejar la vida misma.
    Finalmente no creo que quien aproveche su tiempo viendo Protagonistas de Nuestra Tele tome una monotemática de vida.

    Ya pasará el programa y vendrán más novelas de Pablo, series de Infinito o History Chanel.

    Lo que si es seguro es que para mantenerlos al aire y sobre todo en la punta de la lengua de la opinión pública, siempre serán necesarios artículos como el tuyo. Ya lo dicen los sabios de la fama, "bien o mal pero que hablen"

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